Joven egresado vinculado al programa de becas

Mi nombre es Diego, tengo 18 años y fui estudiante del Colegio Dios es Amor Lucero Alto durante toda mi etapa escolar, desde aproximadamente el año 2009.

Mi mamá siempre cuenta que conoció la institución gracias a algunos familiares y, a través de uno de ellos que ya estudiaba allí, pudo conseguir un cupo para mí. Recuerdo que, cuando llegué al colegio, llevaba una vida muy normal, aunque era bastante retraído y penoso, pues había muchas personas y me costaba socializar. Sin embargo, al mirar en retrospectiva, eso fue algo muy positivo: con el tiempo aprendí a ser más sociable y, aunque aún me cuesta hablar frente a un público grande, hoy puedo decir que he avanzado mucho en esa área.

Esto se lo debo en gran parte a los profesores que me acompañaron durante mi formación. Fueron exigentes en las exposiciones y presentaciones, y aunque en ese momento me parecían retos difíciles, ahora reconozco lo valioso de esas experiencias. En la universidad debo realizar constantemente presentaciones y, gracias a la preparación que recibí, me resulta más fácil afrontarlas. Esto es fundamental para mi proyecto de vida, ya que uno de mis propósitos es brindar entretenimiento a las personas y hacer sentir orgullosa a mi familia.

Creo firmemente que tener un propósito es esencial, porque define el rumbo de nuestro proyecto de vida. Por eso, mi consejo para otros estudiantes es que nunca dejen de soñar y que persigan con convicción aquello que desean alcanzar.

Hoy agradezco profundamente a Dios por guiar mi camino, y al colegio y a sus patrocinadores por haberme apoyado en mi educación y en mi formación espiritual. Gracias a ese respaldo, mi vida tiene ahora una orientación clara. Actualmente estoy estudiando programación y realizando mis prácticas en una empresa que me ha brindado la oportunidad de aprender y crecer como programador. Aunque ha sido un camino con dificultades, me siento muy feliz de continuar aprendiendo y avanzando hacia mi sueño: convertirme en desarrollador de videojuegos.

Sin el apoyo de la institución y quienes hicieron parte de este proceso, probablemente no estaría donde hoy me encuentro. Mi gratitud es inmensa.